CEGUERA PARA VER LA REALIDAD


Hoy la estrategia periodística maneja el mensaje de los que tienen “vocación” de poder.
Uno debe preguntarse que hay dentro de la mente de los que ansían “dirigir al pueblo”. Si hay que estar al mensaje, lo mejor que puede hacer un argentino es escuchar con beneficio de inventario las voces de los medios, porque casi todos son de Macri. Si no, oiga atentamente los rumores y verá que atrás de cada palabra está la crítica despiadada hacia un gobierno solidario que hace tres años dejó el gobierno. Al lado de la fantástica campaña pro Macri de la prensa está el comentario general de la gente que transforma lo que se publicita en letanías puras y transparentes. Es como si la realidad argentina se hiciera invisible para transformarse como por arte de magia en visible como algo distinto a la realidad de la vida argentina.
A la hora de hacer disquisiciones ante este choque entre lo que se dice, lo que se ve y lo que se viene por las medidas económico financieras a la vista, la mayoría no sabe fundamentar con argumentos que se compadezcan con lo que se sufre diariamente. La mayoría de los que equivocaron el voto, no obstante que sus negocios están en picada y las mesas de los más necesitados están cada vez más vacías, no se sabe si por desconocimiento por orgullo o por vergüenza dicen lo mismo que los que se han beneficiado con estas medidas de gobierno. Y quiénes son? No hace falta decirlo pero lo diré: los que hoy gobiernan a través de Macri es decir los grandes poderosos económicos de Argentina y del mundo. Por eso las consecuencias se ven en los que menos tienen y que también vaya a saber porque siguen esperando con fe ingenua alejada de la realidad. Porque hay que distinguir una cosa es la fe en Dios algo que no se puede palpar ni ver y otra la fe de los que ven todos los días como se cierran negocios, fábricas, inflación, despidos, quita de subsidios y canasta familiar que ya no llega a fin de mes como antes.
Y sin embargo siguen esperando al mesías, creyendo que los ricos de dinero, van a renunciar a sus ganancias a favor de los demás, algo que jamás ocurrió en la historia del mundo.
Los poderosos han sido vencidos a veces, cuando un pueblo ha interpretado situaciones como las de hoy con inteligencia y convicción, entendiendo que el que tiene vocación con la costumbre de amarrocar, puede renunciar a cualquier cosa menos al dinero sucio.
Esas conductas puede que no sean ilícitas totalmente en relación al vil dinero; en realidad por lo menos son conductas ilegítimas. Pero qué es la ilegitimidad? La ilegitimidad es usar inversiones que dan mucho dinero por al trabajo sacrificado y noble de los demás, con ganancias enormes que nada tienen que ver con la justicia a la hora del reparto proporcionado y equitativo entre capital y trabajo. Qué es lo que ocurre y queda a la vista:? Los que ponen el esfuerzo físico operan en condiciones esclavizantes, están en la pobreza mientras los capitalistas inhumanos viven en una abundancia material ilegítima, lejos del acceso a la verdadera felicidad, que es patrimonio del hombre bueno.
Esto no es observado muchas veces por los “mandatarios” y lo que es peor por los eternos explotados que nacieron con la dominación de otros. La urgencia no les deja ver que no debe aceptarse una distribución de la riqueza, producto del aprovechamiento extorsivo de las necesidades sin tiempo de espera. Por ello el que sufre trabaja sin exigencias de mejores condiciones, aceptando la injusticia que, vaya paradoja, da de comer al hombre
Es público que los dineros mal habidos están en los bancos corruptos del mundo, porque justamente, el origen está en la corrupción o en el aprovechamiento, por la diferencia desmesurada entre lo que gana uno y pierde el otro.
Y sin embargo se escuchan las campanas repetidas hasta el cansancio: “los otros se robaron todo”, mientras siguen con la fe en ojos celestes, al lado de la mesa vacía.
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