Al más puro estilo macrista vino Bolsonaro y dejó su mensaje “filosófico” para que los argentinos sigan más confundidos que cuando sufrieron los efectos, producto de dar el voto positivo al primero.

Demasiada confusión hubo, y  algunos gobernantes aprovechan para contagiar y utilizar  medios tendenciosos para engañar… para engatusar.

Las mentiras de Macri llevaron a muchos, a creer en un mensaje que escondió la realidad y mostró, miserablemente, la idea de enriquecimiento futuro de los más necesitados. Los antecedentes de un padre corrupto como Franco Macri, lo cual fue reconocido por el propio Mauricio públicamente, no sirvieron siquiera para sospechar  lo que iba a ocurrir.

Se creyó más en el absurdo de la creación de un trampolín Pro, arriba de  una pileta vacía y descalabró la situación económica que había elevado Cristina. 

Suele ocurrir en los gobiernos populares que los que tienen un poco más, desprecian al que tiene menos. Estos, a veces ante la promesa de mejorar, caen en el engaño provocado, porque ignoran cosas del pasado,  del presente y del futuro de los adinerados, como papá Franco. En todo esto hay una clara complicidad de ciertos sectores del periodismo mercenario (actuar por dinero). El PROgenitor, (Franco) tiene denuncias de lavado de dinero, contrabando, evasión impositiva, etc. que superan los ciento cincuenta procesos, muchos de ellos, teniendo como socio al actual presidente.  

Hoy, al lado de la catástrofe económica, se han puesto en marcha programas de asistencialismo, no sólo a nivel nacional sino en algunas provincias como Córdoba, y paradójicamente, el asistencialismo del gobierno anterior fue el caballito de batalla para hacer creer a la gente que había que terminar con los gobiernos que promueven la vagancia, lo cual es una verdadera canallada que desprecia al ser humano cuando no puede valerse por sí mismo, cualquiera sea la razón de las incapacidades.

Para mantener la riqueza del poder espureo, los mensajes tienen un único contenido: “todo es mentira”.

Bolsonaro vino a pedir  a los argentinos que tienen que votar a Macri, porque no hay que tener en cuenta las ideologías, ya que las intelectualizaciones son las que atentan contra la libertad (Sic). Lo que para cualquier informado, es el colmo de la barbarie. 

Macri manda a  confundir: Hace creer que en su llamada coalición PRO, es indiferente que los integrantes sean de derecha o de izquierda  y ello no causa perjuicio al movimiento. Pero cómo podría aceptarse que un comunista comparta un accionar coherente con el gobierno de  un capitalista deshumanizado?. A la hora de la distribución de la riqueza, por ejemplo, no habría forma de compatibilizar criterios, salvo que uno se ponga del otro lado y transfugue, dejando en el camino sus ideas en “PRO” del logro de otro tipo de ventajas.

Cuando se declaman como disvalor las ideas, los pensamientos… las ideologías, es porque se están justificando las conductas reñidas con los principios que defienden el deber ser de las cosas, olvidando todo lo relativo a la distribución equitativa de la riqueza, a favor del que dicen defender.

JORGE SAPPIA OBREGON