Desde el primer caso de Covid-19 detectado en Traslasierra, la sociedad no para de buscar responsables, a tal punto que esa búsqueda llegó a un sistemático pase de facturas entre el COE Regional, la Municipalidad de Villa Dolores y algunos medios que tomaron parte.
La cronología de los hechos indica que el virus lo habrían traído al Valle un grupo de operarios que efectuaban tareas en los cajeros automáticos de Banco Nación de Villa Dolores.

Entonces surgen muchas preguntas, vamos a citar algunas :
Quién los autorizó a venir?
Si nadie los autorizó, cómo llegaron hasta Villa Dolores desde Buenos Aires?
Como consiguieron alojamiento si es una actividad comercial prohibida?
Porque el Banco no hizo cumplir las normativas locales del uso de tapabocas?
Porqué la justicia local no actúa de oficio?

Así podríamos plantear un sin número de preguntas con escasas o nulas respuestas y que involucran técnicamente un montón de responsables porque abarca diferentes ámbitos de control y jurisdicción, incluso delitos de particulares.
Entonces los ciudadanos comunes y corrientes, que desde el inicio de cuarentena han violado sistemáticamente, con cumpleaños, incumplimiento de horarios, partidas de cartas, no uso tapabocas, etc. Como se comportarían si por ejemplo no hubiera papa, no hubiera medicamentos, no hubiera dinero en los cajeros, no hubiera médicos, etc. Todas necesidades de una sociedad egoísta que únicamente reclama cuando les toca a ellos.
Frase bíblica que nunca podría ser más adecuada para Traslasierra:
“Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”