​La situación epidemiológica se está tornando más que preocupante, estamos ante una ola de contagios de la cual aún no se tiene dimensión y las posturas de los Intendentes,que son quienes tienen la potestad en cada distrito, según reza la constitución de la Provincia de Córdoba, están tomando acciones muy diferentes. 

En Córdoba Capital se prohibieron los eventos masivos, en Villa de las Rosas la suspensión de la feria parece inviable ya que los puesteros ni siquiera admiten la implementación del pase sanitario y en Villa Dolores habrá dos eventos multitudinarios que arrojará miles de contactos estrechos con la llegada de la Navidad.

La normativa del uso obligatorio del barbijo sigue vigente pero claramente nadie exige su cumplimiento, en estos eventos masivos los organismos Municipales deberían disponer controles para tal fin porque sino solo será una reglamentación más que existe sin pena ni gloria.

Un pequeño freno en el momento oportuno puede evitar consecuencias graves, pero a esta altura con una sociedad cansada e irritada por una cuarentena extensa y para pocos, el pulso le comienza a temblar a varios dirigentes que tienen la responsabilidad y obligación de decidir.